...

"Nada era diferente al salir de la oficina.
La niña de 14 años y sus hijos siameses estaban ahí.
Los canguros saltaban de balcón en balcón del hotel de enfrente.
Las prendas de las tiendas cobraban vida y bailaban una musica francesa que surgía a medida que los cables de electricidad chocaban entre si...y los chispazos eran la única iluminación.
Las vendedoras paralizadas, mudas.
Pero al llegar al subterraneo no estaba ahi la mujer del collar de faldas.
Intenté subir y volver a bajar.
Para encontrarla.
Y no estaba.

Y fue entonces que me pregunté qué parte del sueño había cambiado.

Si ella no estaba hoy aqui, donde estará mañana al despertar?

La realidad y la no realidad se funden a veces en un abrir y cerrar.
En un click!."